Infecciones intestinales por hongos y candidiasis

Las infecciones intestinales por hongos pueden resultar en candidiasis

Las infecciones intestinales pueden tener diferentes causas. Sin los hongos están detrás, debemos tener cuidado con la aparición de otras enfermedades como la candidiasis.

El aparato digestivo o tracto gastrointestinal es un sistema de órganos que nos permite ingerir alimentos y extraer de ellos la energía y los nutrientes necesarios para el funcionamiento del organismo. Este proceso, no obstante, convive con otras funciones del aparato digestivo.

Nuestro intestino alberga más de 100 millones de neuronas que constituyen el Sistema Nervioso Entérico (SNE), un sistema autónomo que además de regular el movimiento intestinal necesario para que el aparato digestivo cumpla sus funciones, está relacionado con el sistema inmunitario y la salud mental.

Al SNE también se le denomina el “segundo cerebro” pero ¿son comparables sus funciones? El Dr. Gherson, autor del libro “The Second Brain” está considerado como el padre de la neurogastroenterología y explica que el SNE está formado por unos cien millones de neuronas que se distribuyen por capas y cubren las paredes del tubo intestinal. Estas neuronas están conectadas con el cerebro o sistema nervioso central.

Pero nuestro intestino es todavía más complejo y también contiene millones de microorganismos que conforman la microbiota intestinal y que se relacionan con el propio intestino y con el cerebro en el llamado eje microbioma-intestino-cerebro. La microbiota cumple un papel fundamental en el funcionamiento de los sistemas neurológico, inmunitario y endocrino de nuestro organismo porque se relaciona con el Sistema Nervioso Central y con el Sistema Nervioso Entérico.

¿Qué sucede cuando la microbiota intestinal se desequilibra?

La ciencia todavía no tiene todas las respuestas sobre la influencia del intestino, sus neuronas y la microbiota  sobre nuestra salud pero este se ha convertido en un gran campo de estudio que puede darnos respuestas al funcionamiento de nuestro organismo y el origen de diferentes patologías.

Lo que ya sabemos es que una alteración en la microbiota es un factor para que surjan patologías que, aparentemente, nada tienen que ver con el intestino: la depresión, alergias, fibromialgia y fatiga crónica o las enfermedades autoinmunes, entre otras.

Este desequilibrio en la microbiota puede darse de dos formas: disbiosis intestinal o disminución de las bacterias buenas  y la proliferación de bacterias malas y otro tipo de infecciones víricas y fúngicas.

Diferentes tipos de infección intestinal

INFECCIÓN VÍRICA O GASTROENTERITIS VIRAL

A esta infección se le llama también “gripe del estómago” y tiene como síntomas las náuseas y vómitos, diarrea, cólicos estomacales y fiebre. No es una enfermedad grave pero se debe tener gran precaución con los bebés, las personas mayores o quienes tienen inmunodeficiencia.

El lavado de manos frecuente, así como evitar alimentos o agua que puedan estar contaminadas, son las mejores formas de prevención frente a los diferentes tipos de virus que pueden afectar al intestino: el norovirus y el rotavirus, muy contagiosos, el astrovirus y el adenovirus.

INFECCIÓN BACTERIANA

La gastroenteritis también puede estar provocada por bacterias. Sus síntomas son parecidos a la infección vírica: falta de apetito, diarrea, náuseas y vómitos, o fiebre Un síntoma que puede asustarnos es la sangre en las heces. Aunque el tratamiento recomendado es permanecer en casa, hidratarse bien y reponer elementos como sodio y potasio.

Pero ¿cómo podemos contraer una infección bacteriana? Normalmente estas infecciones se conocen como intoxicaciones alimentarias hay casos que llegan a ser muy conocidos cuando ocurren en comedores escolares, eventos o banquetes y restaurantes.

Las bacterias que pueden provocar esta patología son el E. Coli, la Salmonela, Estafilococo, Yersinia, o la Shigella y pueden encontrarse en la carne, el agua o por una manipulación y conservación inadecuada de alimentos.

INFECCIÓN FÚNGICA

Además de los virus y bacterias, los hongos también pueden infectar nuestro intestino cuando proliferan en exceso.

La micobiota, como ya mencionábamos, es un conjunto de hongos que no solo están presentes en todo el tracto digestivo, desde la boca hasta el colon, aunque la población o cantidad va decreciendo de arriba abajo. Si nos centramos en el intestino, el equilibrio se da cuando hay mayor diversidad bacteriana que fúngica. De hecho, hay menos de 20 especies de hongos  presentes en el intestino.

Infección por hongos y la enfermedad de candidiasis

La infección por hongos  surge cuando proliferan los hongos por encima del ratio de estabilidad. Uno de los hongos que con mayor frecuencia da problemas es la candida albicans, un hongo que no es malo pero que puede ser muy problemática y patógena en un entorno que la favorece.

Una levadura que crece donde hay más oxígeno y en personas con dietas ricas en azúcar y almidones. De ahí que la boca y la zona urogenital sean propensas a presentar candidasis, además del intestino delgado.

Los síntomas de la candidiasis dependen de la zona en la que aparecen y en Biosalud, un centro especializado en el tratamiento de la cándida, sabemos que siempre tiene un origen en el desequilibrio de la microbiota intestinal.

Se considera que la candidiasis es una nueva epidemia pero ¿cómo detectarla? Los síntomas en la boca o en la zona genital son muy claros pero la candidiasis intestinal tiene otro tipo de síntomas. La hinchazón abdominal, el dolor de cabeza o las digestiones pesadas son manifestaciones de la candidiasis, igual que los de muchas otras enfermedades.

Para descartar que nuestra afección tiene que ver con la candidiasis en Biosalud hemos creado la prueba GutCheck.

El análisis GutCheck, la prueba para determinar si tenemos un exceso de hongos en el tracto intestinal

 La candida albicans o la bacteria clostridium son organismos muy diferentes pero ambos pueden invadir nuestro intestino y, entre otras cosas, afectar nuestra premeabilidad intestinal.

 Los desórdenes intestinales, el cansancio desmesurado, el estreñimiento y otro tipo de molestias son avisos de que algo va mal. Pero si queremos ir más allá y analizar otro tipo de valores intestinales, muy importantes, la prueba Canditest también es muy eficaz. Con este análisis podemos ver deficiencias nutricionales, las alteraciones de la permeabilidad intestinal o los neurotransmisores, entre otros.

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